“Lo más valioso de la certificación es que es una forma de mejorar el manejo de las pesquerías”, Dra Sara Adlerstein, universidad de Michigan.
Pablo Portillo.
Sara Adlerstein es master y doctora en Pesquería. Es chilena, pero vive desde hace largos años en Estados Unidos, en donde ejerce como académica de la Universidad de Michigan. Junto al profesional británico Julian Addison, visitó la Región de Coquimbo como consultora para la empresa Acoura Marine –de Edimburgo, Escocia–, como parte de una gira por Chile en busca de antecedentes para el proceso de certificación de la pesca local de crustáceos bajo el estándar internacional Marine Stewarship Council (MSC).
Esta gestión se desarrolla desde hace dos años, bajo el alero del Proyecto de Fomento (Profo) AIP, de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y la Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de la Región de Coquimbo (AIP), con la meta de convertir a la extracción de camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado –cuyo mayor volumen nacional se captura en nuestra región– en la primera pesca extractiva del país que acceda a una certificación de este nivel. Un esfuerzo que ha sido destacado en reiteradas ocasiones, como el propio subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, quien ha afirmado que se trata de “un ejemplo que debería ser seguido por el conjunto de las pesquerías a nivel nacional”.
Junto a la experta, abordamos las principales dimensiones de este tema.
-¿Qué significa una certificación como esta; qué aspectos se miden?
Son tres principios, en cualquier pesquería. Uno es el estado de conservación de la especie, en este caso, el camarón y los dos langostinos. El segundo aspecto tiene que ver con el efecto de la pesquería en otras especies y en el ecosistema; por ejemplo, en especies que se retienen o se descartan, especies vulnerables; si remueves en gran cantidad algo que va a desequilibrar el ecosistema, o si dañas los fondos. El tercer principio tiene que ver con el sistema de manejo, porque puedes tener una especie que esté muy bien pero no hay medidas, no hay regulaciones, un organismo que esté encargado.
Tiene haber un sistema que esté ordenado, una especie sana y un ecosistema sano.
-En el caso de los crustáceos, a partir de los datos que recogieron, ¿cuál es el panorama?
El principio 1, el estatus de las poblaciones, se ve bien. En cuanto al manejo, el sistema que hay en Chile está bastante bueno.
Ahora, como no tenemos información del principio del ecosistema, es difícil decirlo. Una de las especies capturadas es la merluza, que está en mala condición; hay que hacer un análisis de cómo está el manejo de la merluza para poder incorporar dentro de la evaluación. El principio 2 es el más complicado, porque cada especie que es definida como afectada debe tener una evaluación propia.
-¿Qué gana una pesquería con obtener esta certificación?
Desde el punto de vista comercial, puedes tener acceso a mercados que requieran que los productos sean certificados. Eso es algo que está creciendo, en el sentido que incluso supermercados gigantes están requiriendo que los procesos sean certificados. En algunos casos es porque el consumidor lo prefiere; en otros, los compradores quieren tener la seguridad de que hay un producto sostenible en el tiempo.
Para mí lo más valioso de la certificación es que es una forma de mejorar el manejo de las pesquerías. Se beneficia el pescador, porque va a tener un recurso sustentable. La nota nos da la posibilidad de sugerir mejoras y no sólo eso, de demandarlas, obligarlas. No es punitivo, es un proceso que está tratando de ayudar a una mejora del sistema para que haya pesquerías sustentables.
-En Chile hace rato que se ha cuestionado la pesca de arrastre, como destructora del medio ambiente marino. ¿Hay alguna pesca de arrastre que esté certificada?
Sí, muchas.
-Y en esos casos ¿cómo se evalúa el daño ambiental?
En el principio 2, que es el del ecosistema, si tuvieras evidencia que, por ejemplo, en la zona donde se está pescando hubiera destrucción de corales, va a haber un problema con la certificación. Esas son cosas que se miden.
Ahora, para que una pesquería se certifique no tiene que ser todo perfecto. Hay una nota, como en el colegio, en que puedes pasar con un 4. En este caso, si pasaras con un 4, no te puedes ir para la casa contento y decir “pasé el curso”. Tienes que salvar una serie de condiciones, hacer tareas adicionales para demostrar que has aprendido para llegar al 7. Y después que termina la certificación, tienes cinco años en que vendrán a ver si hiciste la tarea o no; si no has hecho la tarea, la pierdes.
-¿Cada cuánto tiempo se realizan esas revisiones?
Cada año. Hay algunas que, si quedaron con mucha tarea, se precisa ir a terreno y mirar si lo hicieron. Hay otras que se puede hacer en forma remota.
-¿Cuánto tiempo dura la certificación?
Cinco años, y después tienes que hacer una nueva. No hay ninguna certificación que sea permanente.
-¿Hay alguna pesquería en Chile que tenga certificación MSC?
Hay una de chorito de cultivo. Pero las certificaciones para pesquerías extractivas contienen preguntas para la evaluación distintas que las de cultivo.
-¿Cuánto tiempo se proyecta para llegar al término del proceso?
Es relativo. Hacia abril vamos a estar entregando el informe, para que lo revisen los clientes y todos los interesados. También tiene que revisar un experto.