Columna del presidente, Osciel Velásquez, Merluza: evitemos un nuevo “jibiazo”
Se habla de fortalecer el empleo, promover la inversión y generar un mercado laboral más inclusivo, algo absolutamente necesario. Pero los hechos muestran que hay sectores donde está ocurriendo lo contrario, y por razones ajenas a las empresas.
Las miles de personas que vivimos de la pesca industrial somos testigos de cómo legislaciones que están privilegiando las ideologías por sobre los datos técnicos y la ciencia -como la Ley de la Jibia-, están destruyendo cientos de empleos de calidad, forzando el cierre de líneas de plantas faenadoras y dañando a personas cuyas Pymes dependen de esas plantas.
Y ahora, una moción parlamentaria pretende hacer lo mismo con la merluza: prohibir por ley el arrastre para esta pesquería. ¿Con qué objetivo? Se nos dice por la prensa que es para “proteger los recursos” y cuidar el medioambiente de las “redes que arrasan”. Nuevamente, mitos y más mitos. Nuestras redes son altamente selectivas: el 97% de las capturas corresponde a la especie objetivo, lo que nos sitúa entre los países que mejor lo hacen. Asimismo, nuestras embarcaciones utilizan sofisticada electrónica naval que permite determinar las especies a capturar, la profundidad en la que se encuentran y las capturas que van ingresando en la red, justamente para realizar una extracción sustentable.
El arrastre se usa en casi todo el mundo. Y donde sí existen restricciones, las que apoyamos, es para proteger arrecifes de coral o montes submarinos, algo que no está en riesgo en Chile, pues acá no hay arrecifes de coral y existe prohibición desde 2015 para la pesca de fondo en todos los montes submarinos reconocidos como Ecosistemas Marinos Vulnerables.
Estas propuestas afectan a los pesqueros, pero también son nocivas para el país. Hoy, el 100% de las capturas de merluza gayi es destinado a consumo humano y el 60% se hace con redes de arrastre. Eliminar por ley su uso limitaría la disponibilidad de la popularmente llamada “pescada”para la población y dejaría, otra vez, sin trabajo a cientos de compatriotas.
La protección del medio ambiente y de los recursos pesqueros son temas prioritarios para nosotros. Por ello hemos certificado la sustentabilidad de ocho pesquerías bajo el programa Marine Stewardship Council, el más exigente a nivel mundial; hemos creado programas de limpieza de costa y fondo marino y de reciclaje de redes en desuso; redujimos nuestra flota y, por tanto, las emisiones; y mejoramos la tecnología de las redes, que hoy son más ligeras y selectivas.
Ante los hechos, pareciera que algunos quieren seguir promoviendo leyes de dudosa constitucionalidad, sin atender la abundante evidencia técnica, y con impactos evidentemente negativos para la economía y cuyo objetivo está más cerca de castigar a un sector que de promover la sustentabilidad de un recurso. ¿Cuándo terminará esta ceguera?
El país debe retomar el diálogo, la reflexión profunda y dejar de lado los eslóganes para la galería. La complejidad y los efectos negativos de esta moción parlamentaria exigen que haya un debate extendido, sin apuro ni improvisaciones. Sin diálogo, Chile pierde.
Osciel Velásquez H.
Presidente Sociedad Nacional de Pesca F.G.