La estrategia que aplicará el Gobierno para revertir sobreexplotación de recursos pesqueros
Silvana Celedón Porzio
No es que haya pocos. Es que están a punto de extinguirse. Al menos en aguas chilenas. Ése es el duro diagnóstico de la Subsecretaría de Pesca respecto de tres especies: el jurel, el congrio dorado y la raya.
Según la entidad, estos recursos pesqueros enfrentan un escenario de “cuasi extinción”, por lo que en el Gobierno se prepara una drástica reducción de las cuotas de captura para estas especies a partir de 2011.
El panorama para la anchoveta y la merluza es menos dramático, sin embargo los técnicos de la subsecretaría del ramo han diagnosticado que sus cuotas de captura también deben reducirse.
En entrevista con “El Mercurio”, el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, comenta que las autoridades comenzaron a “encender las luces de alerta” a medida que se fueron recolectando malas cifras de captura y realizando investigaciones.
Hoy, el Gobierno está a la espera de los resultados de los estudios que está realizando el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) para hacer una recomendación al Consejo Nacional de Pesca, que es el que define la regulación para el sector.
Los análisis preliminares -que muestran el estado de una serie de recursos pesqueros en el país- ya permiten al secretario de Estado sacar las primeras conclusiones.
“Hubo políticas de administración pesquera cortoplacistas en los últimos años, que han terminado minando la esencia del sistema. Acá no tiene sentido buscar culpables o iniciar una caza de brujas. Lo fundamental es diseñar una estrategia que permita al sector operar en forma sostenida en el largo plazo y contar con una cuota global realista”, sostiene Fontaine.
El titular de Economía adelanta que son cuatro los ejes de la institucionalidad que se implementarán para revertir el cuadro de sobreexplotación.
Éstos son: fijar una cuota global de pesca sobre la base de criterios técnicos y científicos; dar mayor injerencia en las decisiones del rubro a paneles de expertos; que las cuotas individuales (que son los derechos a pescar hasta un determinado límite cuantitativo) sean de largo plazo (más de diez años), transables fluidamente, divisibles y que cuenten con la suficiente seguridad jurídica, y finalmente, perfeccionar la fiscalización.
Sobre este último punto, Fontaine comenta que en el proyecto del Presupuesto 2011 se mejoran las capacidades de Sernapesca.
Respecto de lo que viene, el ministro de Economía se muestra optimista: “Hay consenso sobre la necesidad de actuar en esta materia, y eso se refleja en que la cuota fijada para el año actual es de 1.300.000 toneladas, y lo que se está estimando que se podrá pescar, dada la falta de peces, es sólo 370 mil toneladas”.