Cuarta parte de la producción nacional de agar-agar se verá mermada por incendio de Proagar
En Chile existen tres fábricas que se dedican a la comercialización del derivado de algas y que en total facturan alrededor de US$ 40 millones anuales: Algamar (US$ 27 millones), Proagar (US$ 9 millones) y Agar del Pacífico (US$ 2 millones).
Tadao Iri, gerente de la planta siniestrada por las llamas, manifestó que con el incendio no sólo ellos se ven afectados “sino que la industria en general. Chile aporta con el 60% de la producción mundial y Proagar, a su vez, con el 15% de ese total”. Estas cifras hacen pensar en lo que sucederá con sus países de destino como Japón, Rusia, Estados Unidos, España, Brasil y Argentina.
De hecho, Iri explicó que en el interior de la planta se encontraban 120 t de algas listas para ser exportadas por un monto de US$ 2 millones. “Teníamos los contratos cerrados para los envíos de aquí a fin de año. Por ejemplo, sólo esta semana dos barcos debían llevar carga al extranjero”.
Sobre el tiempo de reconstrucción, que tomarían entre seis a ocho meses, y la puesta en marcha, entre diez meses a doce meses, el ejecutivo añadió que deben llevarlo a efecto prontamente porque el desastre produjo una turbulencia en el mercado. “El cliente se está impacientando y no queremos perderlos”, puntualizó Iri.
Empleados dispuestos a todo
La decisión de la gerencia de no despedir a ninguno de los 105 trabajadores de la planta -83 con contrato indefinido y 22 con fijo- tuvo un fuerte significado en ellos. Luis Kammel, secretario del Sindicato N° 1, manifestó que “en primera instancia el sentimiento era de absoluta desazón al ver cómo nuestra fuente de trabajo se la llevaba el fuego. Sin embargo, tras enterarnos de la decisión todo se disipó. Agradecemos a la empresa y por eso cada uno de los empleadores estamos dispuesto a todo por hacerla renacer: limpiar, barrer, remover escombros. Lo que sea”.
Uno de los temas que sí complica a los empleados es el de los sueldos. Kammel explicó que el “primer mes los pagos no debieran verse afectados, pero como el 30% de los ingresos se deben a bonos de producción tendremos que analizar qué pasará con eso”.
Pequeños algueros afectados
Quienes se han visto más afligidos con todo esto son los empleadores indirectos: pequeños algueros y proveedores de leña para las calderas, principalmente.
Se trata de alrededor de 1.000 personas de las comunas de Maullín, Ancud y Quellón que pierden en Proagar a uno de sus mayores clientes. “Nosotros sólo podemos responder por la gente que trabaja directamente en esta planta”, expresó Iri.
A pesar de ello, Kammel explicó que durante la reunión que sostuvieron con las autoridades, el intendente regional, Sebastián Montes,; y el alcalde de la comuna de Llanquihue, Fernando Vásquez, “se comprometieron a entregar el apoyo necesario para todos aquellos, empleados directos o indirectos, que vean seriamente afectada su fuente laboral”.