Combate a la pesca ilegal: una política de Estado
En el plano internacional, los esfuerzos de Chile por combatir la pesca ilegal se dan en la alta mar. Nuestro país, a través de su Cancillería, ha dado profundas señales políticas y jurídicas para combatir la pesca ilegal a nivel internacional. No es casualidad que haya tenido lugar en nuestro país la cumbre “Nuestro Oceano 2015”, donde se destacó la pesca ilegal y sus devastadoras consecuencias para la conservación y recuperación de los recursos pesqueros. Adicionalmente, nuestro país ratificó y adhirió al Acuerdo de Nueva York, que incluye herramientas de combate a la pesca ilegal en altamar, donde la Armada de Chile cumple un rol fundamental.
El Chile, la pesca ilegal se practica fundamentalmente en algunos sectores de la VII y X regiones y afectan especialmente a la merluza común, merluza austral, congrio dorado y bacalao de profundidad. Solo a modo de ejemplo, en el caso de la merluza común, estudios preliminares de WWF y Cedepesca estiman la pesca ilegal en 32.000 a 45.000 toneladas, lo que hace prácticamente imposible poder recuperar este recurso en el corto plazo. También hemos sido testigos de casos recientes, aún no resueltos por la justicia, de prácticas irregulares en el procesamiento de harina de pescado. Por tanto, se trata de un fenómeno que no puede atribuirse solo a un sector específico de la actividad. Es un fenómeno que se presenta, en consecuencia, en toda la cadena de extracción, procesamiento, transporte y comercialización de los productos pesqueros.
El Gobierno, a través de la Subsecretaría de Pesca, también ha querido dar una clara señal política en contra de la pesca ilegal en el plano nacional, al enviar un proyecto de ley para modernizar y fortalecer el Sernapesca. La iniciativa, que se encuentra en discusión en la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados, debe ser bienvenida, pues, si bien contiene algunos aspectos que deben ser perfeccionados, es una iniciativa que en general apunta en la dirección correcta: combatir las malas prácticas pesqueras, incluyendo la pesca ilegal, y lograr una actividad pesquera sustentable.