Carta del Presidente, Pesca ilegal: el enemigo de los mares chilenos

Desde hace tiempo, como Sonapesca, junto al Gobierno, ONG’s ambientalistas y el Congreso estamos realizando varios esfuerzos por combatir el principal problema que nos afecta: la pesca ilegal, punto al que se refirió días atrás en este mismo espacio el subsecretario del ramo, Eduardo Riquelme. Es una actividad que provoca perjuicios para pescadores artesanales e industriales en los 4.329 kilómetros de costa chilena.

Durante 2017, Sernapesca logró la incautación de 2.238 toneladas de extracciones ilegales, revelando además que en Chile se transan aproximadamente US$300 millones en el mercado negro de la pesca ilegal. Estas cifras no solo revelan el impacto que tiene este ilícito en la economía nacional, sino que da cuenta del grave daño que provoca a los ecosistemas marinos.

Debido a lo anterior, como representantes de la industria pesquera, apoyamos el proyecto que busca fortalecer el rol fiscalizador del Sernapesca que actualmente discute el Congreso, ya que esto representa un gran avance para combatir la pesca ilegal, dotando al gobierno de facultades indispensables. Pero creemos necesario detenernos en un punto importante que se estaría incluyendo en el proyecto en las últimas semanas: la pesca de subsistencia.

De acuerdo con el proyecto mencionado por la autoridad, se buscaría desregular la pesca de subsistencia, es decir, aquella que se hace para el consumo personal y familiar, y que no persigue lucro. Tal como está siendo discutido, el proyecto permitiría que las personas puedan vender el remanente a ferias libres o restoranes, lo cual a nuestro juicio atentaría precisamente contra la idea de combatir la pesca ilegal. La pesca de subsistencia existe en todas partes del mundo, pero es para el consumo familiar y no implica su comercialización.

De hecho, la propia FAO ha señalado que la pesca de subsistencia debe estar destinada exclusivamente al consumo familiar. Así, permitir la comercialización de la pesca de subsistencia es preocupante, ya que, sin la debida fiscalización y regulación, podría abrirse una nueva ventana para los inescrupulosos que hacen de la pesca no regulada una actividad altamente lucrativa para ellos, pero sumamente perjudicial para Chile.

Creemos que la gestión del Gobierno ha estado orientada en atacar los graves efectos de la pesca ilegal y combatir con firmeza este ilícito, en lo que estamos completamente de acuerdo. Por lo mismo, ponemos sobre la mesa la importancia de que se regule la pesca de subsistencia en línea con ese objetivo, evitando abrir una nueva puerta de entrada a una actividad tan perjudicial para nuestros océanos.

 Osciel Velásquez

Presidente

Sonapesca