Caminos a Ley de Pesca
Prorrogar la ley vigente sólo dilataría una discusión que ya ha sido larga, y que conviene zanjar para despejar la incertidumbre que entorpece el desarrollo del sector.
Hace pocos días, la sala del Senado aprobó la idea de lesgislar, en paralelo a la negociación de un acuerdo político sobre los principales puntos en discusión. Algunos son más bien ideológicos -como la propiedad de los peces- y otros son de índole más práctica, como la forma de medir las cinco millas exclusivas para los artesanales.
La nueva regulación que comienza a tomar cuerpo tiene por eje velar por la sustentabilidad de los recursos y de la actividad pesquera, lo cual es acertado, por la sobreexplotación en que se encuentran varias pesquerías. Diversos elementos -como el fortalecimiento de los planes de manejo para pesquerías con acceso cerrado, o la exigencia de que las cuotas globales se fijen dentro de un rango definido por una entidad técnica independiente- van en esa dirección. Este fue un aspecto central del proyecto del Ejecutivo que se ha mantenido en las versiones posteriores del texto.
Uno de los puntos más debatidos, tanto en la discusión prelegislativa como en el Congreso, ha sido la posibilidad de asignar licencias por vías de subastas, lo que implica reducir la asignación a los pesqueros tradicionales respecto de la situación actual. Este tema había quedado fuera, luego que los diputados no lograran acordar una redacción, pero en el acuerdo estaría volviendo a ser incorporado en esta instancia. Estaría imponiéndose una alternativa moderada, parecida a la original del Ejecutivo, de subastar sólo en pesquerías cercanas a sus niveles de rendimiento máximo sostenible, lo que parece adecuado, ya que en pesquerías colapsadas o gravemente sobreexplotadas resultaría preferible no incorporar más actores durante cierto período. Las licencias, que en el proyecto del Ejecutivo eran indefinidas -como lo recomendó el Tribunal de Libre Competencia, perderían tal calificación, pero en todo caso, tendrían duración amplia (25 años) y serían renovables. Esto es importante para asegurar un mercado de licencias profundo y, con ello, eficiencia productiva.
Corre ahora un plazo para indicaciones que dará paso a la etapa de discusión en particular en la comisión de Pesca, donde éstos y otros temas (como el cálculo y la magnitud del impuesto específico, o el necesario fortalecimiento institucional) volverán a ser analizados. Para encauzar el debate y favorecer la pronta dictación de esta ley, el liderazgo del Ejecutivo seguirá siendo fundamental.