Se reactiva CPPS a 60 años de su creación.
En la jornada participaron como expositores el subsecretario de Medio Ambiente, Ricardo Irarrázabal; el jurista y ex secretario general de la CPPS, Hugo Llanos; el embajador José Luis Balmaceda, director de Medio Ambiente y Asuntos Marítimos de la Cancillería; Marcelo Nilo, director de Asuntos Científicos de la CPPS; el contralmirante Iván Valenzuela, director de la Dirección del Territorio Marítimo de la Armada de Chile y el presidente de la Sociedad Nacional de Pesca, Rodrigo Sarquis. El encuentro, que fue presidido por la rectora de la UGM, Alicia Romo, asistió especialmente invitado el embajador del Perú, Carlos Pareja.
El seminario coincidió con el segundo año de la creación del Ministerio del Medio Ambiente y el Subsecretario Irarrázabal se refirió al trabajo que han realizado para promover un desarrollo económico sustentable y con equidad, enfatizando que la nueva institucionalidad ambiental es fundamental en el rol del Estado para mejorar la sustentabilidad y estimó que la política del Medio Ambiente debe ser una política de Estado. Afirmó que con la ley 20.417 por primera vez se abordó el tema marino, afirmando que Chile, al ser un país innovador en la creación e impulso de las 200 millas marítimas, debiera tener un liderazgo importante en administrar de mejor manera las áreas marinas que tenemos y las que tendremos a futuro. Insistió además en el enfoque sistémico, general, y antropocéntrico que debiera tener el proyecto de ley en discusión en el Congreso, que crea el servicio de Biodiversidad de áreas protegidas terrestres y marinas. Además, señaló la necesidad de mejorar las capacidades y estudiar cómo proteger el patrimonio cultural, coexistiendo la variable cultural y la medioambiental.
El jurista Hugo Llanos, quien ha escrito innumerables documentos relacionados con el derecho del mar, se refirió a los orígenes de las 200 millas marítimas, diciendo que, luego de las dos guerras mundiales, se pensó que se debía establecer como una zona de seguridad y defensa de los recursos marinos, en donde Chile y los países ribereños miembros de la CPPS tienen derechos exclusivos de pesca y reglamentando la pesca en alta mar de especies tranzonales, lo que acogió luego el artículo 116 de la Convención del Mar.
Algunos participantes comentaron que sería apropiado, en el contexto actual y el mundo futuro, reestudiar la CONVEMAR con la intención de extender las 200 millas marinas, para proteger las especies y el medio ambiente más allá de ellas.
Marcelo Nilo y el embajador Balmaceda, se refirieron a los cambios que está experimentando la Comisión Permanente del Pacífico para adaptarse, sesenta años después de su creación, a los desafíos que impone la realidad del siglo XXI. Estimaron que se debe orientar a una visión más integrada y coordinada con otros organismos afines, contribuyendo al desarrollo sustentable de la economía pesquera, a la promoción de la seguridad alimentaria y hacia el establecimiento de políticas marítimas regionales que incluso permitan la integración de otros países a la CPPS. Con este fin destacaron la educación como clave en el proceso y a la CPPS como un ente que aglutine centros de desarrollo de educación, para fomentar la investigación científica en las universidades, colocando la ciencia como soporte para la formulación de políticas.
Rodrigo Sarquis, presidente de la SONAPESCA coincidió en la necesidad de encaminar los esfuerzos a una segunda etapa de explotación sustentable de los recursos pesqueros para las futuras generaciones acorde con una participación regional en todos los foros donde se enfatice el desarrollo sustentable de la pesca. Señaló que la escasez de recursos ha obligado a invertir generando un valor agregado de los productos. Recordó que Chile está dentro de los 8 países pesqueros más importantes del mundo, proporcionando empleos especialmente en regiones.
En el encuentro se plantearon aspectos trascendentes como el impacto de la basura marina, el efecto nocivo de los desechos radioactivos, la pesca ilegal indiscriminada que realizan flotas de banderas de conveniencia que arrasn los recursos y luego buscan nuevos caladeros, los efectps que provocan la explotación de la oceanominería, la necesidad de ejercer vigilancia y control de lo que está ocurriendo con las especies marinas y de establecer resguardos medioambientales y de imponer el cumplimiento de las normas que contienen los TLC. Estos temas de reflexión y análisis, propuestos por expositores y asistentes, quedaron enunciados como desafíos que hacen imperiosa el establecimiento y la dictación de una necesaria política ambiental para Chile.